Calefacción para piscinas
Muchas veces nuestros clientes nos preguntan ¿y en invierno que hago?, hoy en día la climatización de piscinas es una solución a la que recurren muchos bañistas para poder aprovechar su pileta los 365 días.
Calefaccionar las piscinas aumenta notablemente el tiempo de uso, por eso sugerimos la climatización a la hora de construir su pileta. Con un calefactor podemos comenzar a utilizar la piscina desde la primavera hasta mediados de otoño, cuando muchas veces el día esta ideal para tomar sol junto a la piscina pero el agua esta fría.
La temperatura natural del agua de las piscinas es variable y depende de varios factores, principalmente de la temperatura ambiente, el tiempo diario que reciba de sol y la fuente de llenado. Un principio físico y propio del agua, es lo que se llama "inercia térmica"
En el mercado hay varios tipos de climatizadores para piscinas, entre otros, podemos mencionar las bombas de calor, paneles solares y los calefactores de piscinas.
Paneles solares: El sistema usa la energía solar para calentar el agua de la pileta. Los colectores solares se colocan en general sobre el techo, expuestos a la energía del sol.
Utilizando la bomba de filtrado de la pileta de natación, el agua circula a través de cientos de tubos especialmente diseñados dentro de los paneles solares. El agua retorna a la pileta mediante las mismas cañerías existentes. El agua continua circulando hasta que se alcanza la temperatura de confort.
Podemos decir también que todos los tipos de calefacción mencionados anteriormente cumplen la misma función, mantener el agua de nuestras piletas a una temperatura constante de unos 26 grados, lo que hará que podamos disfrutar las instalaciones con mayor frecuencia.
En el mercado hay variedad dependiendo del bolsillo de cada uno y las dimensiones de nuestra pileta.
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Calefactores de piscinas: también llamadas calderas, en el mercado las encontraremos de gas natural y eléctricas. La utilización de la energía eléctrica es la ideal para climatizar el agua de las piscinas, decimos esto por la economía, la eficiencia energética y por no presentar rastros de contaminación.
Podemos decir también que todos los tipos de calefacción mencionados anteriormente cumplen la misma función, mantener el agua de nuestras piletas a una temperatura constante de unos 26 grados, lo que hará que podamos disfrutar las instalaciones con mayor frecuencia.
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